Los nanogeneradores, que convierten energía ambiente de fuentes térmicas y mecánicas en corriente utilizable, son inventos de recogida de energía con una gran aplicación en el ámbito del IoT. De fabricación sencilla, ligeros y pequeños, los nanogeneradores pueden usarse como sensores y para reemplazar baterías para dispositivos del IoT en los sectores de la medicina, automotriz, consumidor y medioambiental, entre otros. De los tres tipos disponibles, los nanogeneradores triboléctricos parecen ser los más prometedores a la hora de producir un mayor voltaje y mayor densidad energética.

La recogida de energía ha estado entre nosotros desde hace varios años y es importante para mantener recursos y recortar costes. La energía de RF ambiente, energía convertida a partir de radares comerciales y fuentes microondas, tiene el potencial de dar energía a nodos de sensores inalámbricos de dispositivos de consumidores y redes inalámbricas o de recargar baterías instaladas en ubicaciones de difícil acceso. La transferencia de energía e información de forma inalámbrica y simultánea lleva la aplicación todavía más allá utilizando la misma señal de RF para transmitir energía y datos.

Los nanogeneradores, que convierten energía ambiente de fuentes térmicas y mecánicas en corriente utilizable, son inventos de recogida de energía con una gran aplicación en el ámbito del IoT. De fabricación sencilla, ligeros y pequeños, los nanogeneradores pueden usarse como sensores y para reemplazar baterías para dispositivos del IoT en los sectores de la medicina, automotriz, consumidor y medioambiental, entre otros. De los tres tipos disponibles, los nanogeneradores triboléctricos parecen ser los más prometedores a la hora de producir un mayor voltaje y mayor densidad energética.